Según un nuevo estudio, a medida que el calentamiento
global provoca precipitaciones más intensas y un mayor deshielo en el Ártico,
las comunidades inuit de Canadá registran más casos de enfermedades atribuidas
a patógenos que provienen de aguas superficiales y subterráneas. Esto se
debe a que muchos habitan regiones en las que los efectos se sienten antes y
con mayor fuerza. Por ejemplo, algunas comunidades indígenas no tienen acceso a
agua potable porque se encuentran lejos de zonas urbanas, o cuando pescan o
cazan, beben agua de los arroyos ya que no tienen agua potable.
Según los científicos, la experiencia de las comunidades indígenas al tratar de adaptarse al cambio climático podría ayudar a la humanidad en el futuro, una vez que los cambios climáticos se vean reflejados de forma universal.
Fuente de información: National Geographic
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