lunes, 19 de noviembre de 2012

5 cosas que no ocurrirán el día 21 de diciembre

Los mayas sitúan el 21 de diciembre de 2012 como el fin de los tiempos. En esa fecha, dicen los agoreros, ocurrirá una importante transformación del orden mundial, una especie de cataclismo cósmico provocado por algo que puede caer del cielo. Sin embargo, los científicos están convencidos de que el 21 de diciembre es un día como otro cualquiera y no acabará el mundo.

1- El choque con el planeta X

No sucederá ningún choque con ningún planeta, llámese Nibiru o Planeta X, simplemente porque ¡no existe! Desde el punto de vista científico la historia no tiene ni pies ni cabeza. Ningún satélite ni sonda de observación ha dado nunca con Nibiru y sería imposible ocultar semejante catástrofe. Un planeta así en nuestro sistema solar habría sido conocido desde hace mucho tiempo, por observación directa por infrarrojos o por las perturbaciones gravitacionales en otros objetos. Además, a estas alturas, ya lo tendríamos encima y sería perfectamente visible a simple vista.

2- El impacto de un gigantesco asteroide

Desde luego, no será lo suficientemente grande como para provocar una destrucción masiva como la que acabó con los dinosaurios (supuestamente y según la teoría más aceptada) hace 65 millones de años. Los astrónomos de la NASA tienen un completo programa de seguimiento de la trayectoria de los asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra y no han observado ninguno que pueda ser tan amenazador como el aniquilador de dinosaurios. La agencia espacial pone a disposición del público los hallazgos de nuevos asteroides y sus aproximaciones, y cualquiera puede comprobar que no esperamos visita (nos referimos a una grande, claro) el famoso día 21.

3- Una llamarada solar que deje frita la Tierra

Los científicos han advertido en numerosas ocasiones de la necesidad de protegernos de las eyecciones de partículas del Sol, que pueden, si son fuertes y apuntan directamente a nuestro planeta, provocar serios problemas en nuestras redes de energía y comunicaciones. La propia NASA elaboró hace años un informe en el que se ponía en el peor de los casos y que suponía una catástrofe mundial. Sin embargo el Sol alcanzará su máxima actividad a finales de 2013 o a principios de 1014, no en 2012 y ni siquiera entonces tendrá la suficiente energía para enviar un latigazo de fuego desde 93 millones de millas que pueda destruir la Tierra.

4-Alineación cósmica

La Tierra y el Sol se alinean con el el centro de la Vía Láctea cada diciembre, pero es un evento anual que no tiene ninguna consecuencia para nosotros. El asunto de la alineación se puso de moda no ante la visita del cometa Elenin en 2011. Se creía que el cometa podía provocar una larga lista de desastres, entre ellos erupciones masivas, grandes terremotos, tsunamis y tormentas solares catastróficas, debido a que iba a estar alineado con la Tierra y el Sol, lo que significa que se podría trazar una línea recta que tocara a la vez los tres cuerpos celestes. Y resulta las dos últimas veces que esa alineación se produjo coincidió con los terremotos de Chile (el 27 de febrero de 2010) y de Japón (el 11 de marzo de 2011). Sin embargo, como recordarán, el cometa Elenin alcanzó su máxima cercanía a la Tierra a mediados de octubre de 2011 y continuó su viaje sin causar el más mínimo daño al planeta. Es más, el «lucero de las catástrofes» acabó desintegrado.

5- Inversión de los polos magnéticos de la Tierra

Una reversión geomagnética es un cambio en la orientación del campo magnético terrestre de forma que se intercambien las posiciones del polo norte y sur magnético. Estos eventos pueden durar de cientos a miles de años no tiene porqué causar daños a la vida en la Tierra.

Fuente de información: www.abc.es - Pincha aquí




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