Practicar ejercicio de habitualmente es un buen
remedio para aliviar la fatiga asociada a los tratamientos de los pacientes
oncológicos, tanto durante la fase en la que se administran las terapias (ya
sean fármacos o sesiones de irradiación) como en los momentos posteriores a las
curas. El cansancio puede durar meses o años y es un es un síntoma generalizado
entre los enfermos.
Existe un 7% menos de riesgo
de reaparición en mama realizando ejercicio habitualmente.
Antonio Llombart, miembro de la junta directiva de la
Sociedad Española de Oncología Médica, va más lejos que el estudio británico.
"Existen bastantes trabajos que vinculan el ejercicio, no ya a una mejora
en el estado del paciente, una cuestión que puede resultar subjetiva, sino al
impacto que tiene la actividad física en la disminución de la reaparición del
tumor en los enfermos", expone.
El jefe de servicio de oncología del hospital Arnau de
Vilanova de Valencia, apunta a trabajos que vinculan el ejercicio moderado
entre las pacientes de cáncer de mama -por ejemplo, andar rápido media hora
cinco días a la semana- con una reducción del 7% del riesgo de recaídas a
los cinco años, lo que supone un impacto "muy importante" y muestra
el peso que puede tener la modificación de los estilos de vida en el control de
la enfermedad.
Fuente de información: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/11/13/actualidad/1352838048_928200.html
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