Científicos
alemanes han desarrollado una técnica consistente en la plantación de la
«Jatropha curcas» a gran escala, en zonas áridas y secas para capturar CO2
Mientras el planeta empieza a sentir los
efectos del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y el consecuente
aumento global de la temperatura, los investigadores están buscando un «plan b» para mitigar los efectos del cambio climático.
Un grupo
de científicos alemanes han desarrollado un método para que la captura de
dióxido de carbono, se haga de forma natural, es decir, a través de los
árboles. La técnica, «Carbon farming», consiste en plantar árboles en regiones
áridas a gran escala para capturar CO2.
Cuando se trata de capturar dióxido de
carbono de la atmósfera, el equipo de trabajo ha mostrado que la planta
«Jatropha curcas», es la más idónea. Es una planta oleaginosa de cuyas semillas se
obtiene aceite a partir del que puede producirse biódiesel.
Es originaria de México y Centroamérica, pero que crece en la mayoría de los países tropicales. Se la cultiva en América Central, Sudamérica, Asia, India y África.
Es originaria de México y Centroamérica, pero que crece en la mayoría de los países tropicales. Se la cultiva en América Central, Sudamérica, Asia, India y África.
Es muy resistente a la aridez por lo
que puede ser plantada en zonas calurosas y secas, en tierras que no son
apropiadas para obtener alimentos. Esta planta, lógicamente también necesita
agua, por lo que las áreas costeras donde se puede desalinizar el agua de mar
es ideal para esta plantación.
El estudio muestra que una hectárea de
Jatropha puede capturar hasta 25 toneladas de dióxido de carbono atmosférico por año, durante un
periodo de 20 años. Una plantación que ocupara el 3% del desierto árabe,
podría, por ejemplo, absorber en un par de décadas todo el CO2 producido por los vehículos en Alemania durante el mismo periodo de
tiempo.
Con mil millones de hectáreas cultivadas, se podría absorber una porción significativa del CO2 que está en la atmósfera desde la revolución industrial.
Con mil millones de hectáreas cultivadas, se podría absorber una porción significativa del CO2 que está en la atmósfera desde la revolución industrial.
Pero hay
más ventajas: el precio de esta técnica va de los 42 a los 63 euros por tonelada de CO2, haciéndola competitiva con
otras técnicas de captura y almacenamiento. Además, después de unos años, las
plantas podrían producir bioenergía que puede servir para «alimentar» los
sistemas de irrigación y desalinización.
Fuente de información: www.abc.es/ciencia/20130801
No hay comentarios:
Publicar un comentario