Siempre
asociamos los desiertos a zonas extremadamente cálidas del planeta
donde además las precipitaciones son prácticamente nulas. De hecho,
según la definición de la Real Academia Española, un desierto es
un “territorio arenoso o pedregoso, que por la falta casi total de
lluvias carece de vegetación o la tiene muy escasa”. Pero, ¿puede
llegar a nevar en desiertos áridos como el Sáhara? Aunque parezca
imposible, sí.
Según
los registros a los que alcanza la memoria y la tecnología, una
única vez ha nevado en uno de los desiertos
más famosos y áridos del planeta, el del Sáhara. Ocurrió el 18 de
febrero de 1979 y ocurrió en la frontera de Libia con Argelia y
Túnez. Allí se situó una bolsa de aire frío que provocó una
nevada tal que “paralizó
el tráfico de algunas poblaciones”
apuntan algunas crónicas de la época.
Como
apuntan desde la agencia de noticias científicas SINC, en los
desiertos
los días suelen ser muy cálidos, con temperaturas que pueden
llegar a los 50 grados, pero las noches son bastante frías, con
mínimas que pueden situarse por debajo de los 0 grados.
En determinadas situaciones, coincide la llegada de mucho aire frío
con humedad, dando lugar a precipitaciones,
que de forma excepcional pueden ser en forma de nieve.
Fuente de información: www.muyinteresante.es
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