Científicos de
la estadounidense Universidad de Wake Forest están convencidos de que pronto nos
olvidaremos de ese molesto zumbido creado por la sobrecarga de las bombillas
fluorescentes en la oficina. Han desarrollado una nueva bombilla de
plástico que, según ellos, es más eficiente, no parpadea, no se rompe y no quema. Además,
emite luz blanca y suave, sin el brillo amarillento de los tubos o la
coloración azulada de los LEDs.
La nueva tecnología de
iluminación está basada en la tecnología del campo inducido sobre un polímero
electroluminiscente (FIPEL).
El equipo utilizó la
nanoingeniería para crear un foco de luz completamente nuevo. El
dispositivo está hecho de tres capas de un polímero emisor moldeable blanco
mezclado con una pequeña cantidad de nanomateriales que brillan cuando son
estimulados para crear luz
blanca y brillante perfectamente similar a la luz del Sol, la
que prefiere el ojo humano. Sin embargo, se pueden hacer en cualquier color y
forma tanto para lámparas de hogar como para su uso en oficinas.
Este invento no tiene peligro, y sus creadores
aseguran que esta nueva solución de alumbrado es al menos dos veces más eficiente que las lámparas
fluorescentes compactas (CFL) y se sitúa a la par con los LEDs, pero
estas bombillas no se rompen y contaminan una casa como las fluorescentes ni
emiten una luz azulada como los LEDs. El equipo de Wake Forest es el primero en
hacer un FIPEL a gran escala que puede reemplazar la iluminación actual de la
oficina y se basa en la luz blanca natural. Más allá de su uso en hogares y
lugares de trabajo, Carroll considera que también puede emplearse en grandes
iluminaciones, como marquesinas de
las tiendas o carteles para autobuses o vagones de metro.
Los FIPEL parecen ser también de
larga duración. Carroll asegura que ha trabajado con uno durante toda una década.
Fuente de información: www.abc.es/ciencia
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