viernes, 28 de diciembre de 2012

La Tierra se salva del impacto de un asteroide en 2040



El asteroide se llama 2011 AG5, descubierto originalmente en enero de 2011 por los observadores de Mount Lemmon Survey en Tucson, Arizona; mide 140 metros de diámetro y hasta hace poco ha sido considerado una posible amenaza para la Tierra. La posibilidad de que la roca chocase contra nuestro planeta dentro de unas pocas décadas, en el año 2040, era, según los científicos, una entre 500, lo suficientemente alta como para mantenernos alerta. Sin embargo, una nueva investigación a partir de observaciones realizadas con el telescopio Gemini Norte en Mauna Kea, Hawaii, puede arrancarnos un suspiro de alivio. Según el nuevo trabajo, la posibilidad de impacto es insignificante.

Si de verdad llegara a chocar con la Tierra se liberarían unos 100 megatones de energía, una potencia varios miles de veces superior a las bombas atómicas que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial. Los científicos incluso plantearon que, si fuera necesario, podría enviarse una misión que alterase el curso de la roca y nos la quitara del medio. Estadísticamente, un cuerpo de ese tamaño podría impactar en Tierra cada 10.000 años como promedio.
Sin embargo, parece que el asteroide apunta hacia otro lado. Los investigadores de la Universidad de Hawaii captaron el asteroide con el telescopio Gemini, un trabajo que, según explican, fue especialmente difícil, ya que es un objeto muy débil y es complicado captarlo en el cielo. Las observaciones se realizaron durante tres días del pasado mes de octubre.
La trayectoria actualizada de 2011 AG5, basada en los datos Gemini, tiene un factor de incertidumbre un 60% inferior a las observaciones anteriores, debido en parte al incremento de los puntos de muestreo en su órbita. Con los nuevos datos, el riesgo de colisión en 2040 ha sido eliminado. El asteroide no pasará más cerca de 890.000 km de la Tierra, alrededor de dos veces la distancia de la Luna, en febrero de 2040, el momento donde la posibilidad de choque era mayor.
Este nuevo resultado ha reducido la peligrosidad de 2011 AG5, la experiencia adquirida mediante el estudio de este objeto ha demostrado que los astrónomos están bien preparados para detectar y predecir las trayectorias de los asteroides que pueden amenazar la Tierra en el futuro.
Fuente de información: www.abc.es/ciencia


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