Un fósil de
hace unos 150 millones de años que languidecía en los archivos de un museo
chino podría ser la primera de las
aves de la Tierra. La criatura emplumada, llamada Aurornis xui, medía medio metro
del pico a la cola, tenía pequeños y afilados dientes y largas extremidades con
las que podía desplazarse por los bosques del Jurásico. Los únicos restos que
se conocen del Aurornis fueron descubiertos por un agricultor en la provincia
china de Liaoning. Fueron depositados en un museo de Yizhou hasta que el año
pasado los encontró el paleontólogo Pascal Godefroit, del Real
Instituto Belga de Ciencias Naturales de Bruselas.
Probablemente el Aurornis no podía volar,
aunque es difícil asegurarlo, ya que las plumas de los fósiles no están bien
conservadas. En cambio es posible
que utilizara sus alas para deslizarse de árbol en árbol. Para el
investigador, los huesos de la cadera del animal marcan claramente su relación
con las aves modernas. Además, el Aurornis se caracteriza por sus pequeños
dientes, muy afilados, y sus largas patas que le servían para corretear por los
bosques jurásicos.
La línea entre
los dinosaurios y las aves se ha vuelto muy borrosa en los últimos años por el
descubrimiento de nuevos fósiles con plumas en China. Godefroit cree que el
Aurornis precedió al más avanzado arqueoptérix, las consideradas hasta ahora
aves más primitivas, cuyo propio lugar en el árbol genealógico aviar ha sido
durante mucho tiempo objeto de controversia.
Fuente de información: www.abc.es/ciencia/20130530/