La agencia
espacial rusa lanzó al espacio la semana pasada una nave muy especial. Se trata
de una auténtica “Arca de Noé”, con más de cien animales a bordo entre caracoles,
lagartijas, ratones y otros pequeños reptiles. El objetivo, comprender
mejor los efectos de los viajes espaciales sobre los organismos vivos, en
previsión de futuros vuelos tripulados de larga duración.
El nombre de la
misión es Bion-M, y hunde sus raíces en las misiones
espaciales con animales emprendidas por la Unión Soviética desde mediados de
los años sesenta. Tras varios aplazamientos desde el año 2010, la cápsula
científica está ahora por fin en órbita junto a sus pequeños ocupantes, que
permanecerán allí hasta mediados del
mes de mayo. Entonces regresarán todos a la Tierra y los científicos
completarán los análisis y pruebas previstos para comprobar su grado de resistencia a las condiciones de
ingravidez, así como su proceso de readaptación a la vida y las
condiciones de nuestro planeta.
Durante los 30
días que está previsto que dure el viaje, se llevarán a cabo a bordo más de 80
experimentos científicos proporcionados por varios institutos de la propia
Rusia, además de por la NASA y distintos organismos europeos. En conjunto,
estos trabajos ayudarán a comprender mejor los efectos negativos que los vuelos
tripulados (especialmente los de larga duración) pueden ejercer sobre el
organismo humano. La idea es ser capaces de desarrollar medidas eficaces contra
estos efectos, tanto desde el punto de vista mecánico como farmacológico o
nutricional.
La misión
despegó el pasado día 19 del cosmódromo de Baikonur a lomos de un cohete Soyuz
2.1a. La selección de los tipos de animales se ha realizado con sumo cuidado.
En efecto, todas las especies elegidas guardan similitudes inmunológicas, biológicas o estructurales(especialmente
en el esqueleto) con el ser humano. Durante las próximas semanas, por ejemplo,
se llevarán a cabo estudios sobre densidad ósea, músculos y sistema
cardiovascular de los 45 ratones que hay a bordo, pero también diversos test de resistencia psicológica.
También está
planeado examinar la forma en que los peces de un acuario reaccionan a las condiciones espaciales
durante un viaje prolongado, así como su readaptación a las condiciones
terrestres una vez terminada la misión. En otro experimento, esta vez fuera de
la cápsula, la Bion-M intentará probar la teoría de la panspermia, según la cual la vida
se originó en el espacio y llegó desde allí, a bordo de meteoritos o cometas, a
planetas como la Tierra.
Fuente de información: www.abc.es/ciencia/
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