Las energías
renovables, incluso las que son ya plenamente operativas y aportan un
porcentaje sustancial del suministro eléctrico, tiene por delante aún mucho
recorrido de desarrollo tecnológico para hacerlas más eficientes y más baratas.
Es el caso de la termosolar, la tecnología que concentra, mediante espejos, la
radiación solar directa en un fluido receptor, generando altas temperaturas
para producir electricidad.
Para avanzar en
esta forma de energía renovable, un consorcio internacional liderado por
España, en concreto por los expertos del Ciemat, ha puesto en marcha un proyecto de la Unión
Europea, que lo financia con 10 millones de euros para cuatro años. El
programa, denominado Stage-Ste y coordinado por Julián Blanco, ha obtenido la
máxima puntuación en la evaluación de las propuestas de los Proyectos de
Investigación Integrados de la European Energy Research Alliance.
Ahora se trata
de desbrozar el futuro. Entre los objetivos, Blanco destaca el desarrollo de
espejos de bajo coste para reducir la inversión inicial que exigen estas
plantas, o mejorar las características de los fluidos en las instalaciones de
parábola, así como explorar nuevos materiales más duraderos, más baratos y
aptos para lugares desérticos, tan idóneos para las plantas termosolares. Otro
aspecto importante es la investigación de los materiales de almacenamiento del
calor para lograr temperaturas más altas que hasta ahora. También se plantea
utilizar esta energía renovable, por ejemplo, para producir hidrógeno o para
desalar agua, apunta el coordinador del proyecto.
“En España
estamos al límite geográfico para la termosolar, más al Norte no tiene mucho
sentido, pero Marruecos y el Sahara tiene un potencial inmenso”, señala Blanco.
La ventaja de esta tecnología, frente a otras renovables, es que es más
predecible, argumenta, porque la solar fotovoltaica depende de que haga sol y
la eólica, del viento, por lo que la entrega energética a la red es variable.
“Con la concentración solar se puede almacenar la energía en sales fundidas, a
400 grados, materiales que tienen una gran inercia térmica, de manera que,
aunque esté nublado, puedes seguir garantizando la entrega energética a la red
de toda la potencia nominal”, explica el investigador del Ciemat, destacando
que una planta en Sevilla logra ya un almacenamiento de calor de 17 horas.
En el proyecto
Stage-Ste participan 40 instituciones (ocho españolas más dos empresas) de una
veintena de países. El presupuesto total para cuatro años es de 18,6 millones
de euros.
Fuente de información: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/30/actualidad/1367343162_402967.html
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