Son los
volcanes submarinos más profundos y calientes descubiertos en la Tierra. Se
encuentran a casi 6.500 metros de profundidad, en la fosa de las Caimán, en el
Caribe, y alcanzan temperaturas de hasta
400 grados centígrados. Científicos de la Universidad de
Southampton y elCentro de
Oceanografía Nacional de
la ciudad han desarrollado un robot submarino con el que recoger muestras de
estas 'chimeneas' y rodar imágenes en alta definición. Los resultados son más
que fascinantes, tanto en geología como en biología marina.
A semejantes profundidades habitan
especies nunca antes vistas, como gusanos de tubo gigante, una especie de langostinos ciegos que ha
desarrollado un órgano para detectar el calor extremo que emiten estas
fumarolas hidrotermales.
Sobreviven en estrechos márgenes cerca de los conductos, que alcanzan en muchas
ocasiones los 10 metros de altura, y donde la diferencia de calor es de casi
400 grados entre
el agua expulsada por los fumaderos y el agua de alrededor.
El robot submarino (bautizado como
ISIS) ha alcanzado los 5.000 metros de profundidad,
filmando todo lo que observaba, lo que ha permitido a los investigadores
desentrañar más aún las profundidades del mar.
En tales
abismos la presión es tan sumamente alta
(supera los 500 atmósferas, es decir, 500 veces más que a nivel del mar)
que los fluidos de los conductos más profundos, como el de la 'chimenea' Beebe,
en honor al naturalista que comenzó las inmersiones en alta mar, no son ni
líquido ni vapor, sino fluído supercrítico. Esto impide que el agua pueda
hervir, y permite que pueda difundirse como un gas y a la vez disolver
sustancias como un líquido. La mezcla de agua de mar y agua
magmática que
expulsan los conductos consigue disolver metales en la profundidad de la
corteza terrestre y transportarlos hacia el suelo marino, donde forman otros
fumaderos hidrotermales y depósitos minerales.
Las imágenes del robot también han
permitido descubrir cómo se alimentan las especies
que habitan en tales profundidades. No sólo muchas de ellas se
alimentan de los químicos que emiten las fumarolas. Otros animales de las
profundidades abisales consiguen sobrevivir gracias a las caídas de productos
orgánicos desde profundidades menores, como bancos de medusas y
esqueletos de ballenas. Cuando alcanzan las profundidades, los
animales que las habitan se reúnen alrededor del festín.
Las fuentes hidrotermales de las
profundidades marinas son las formaciones más extrañas e impresionantes de la
geología marina. No se descubrieron hasta la
década de los años 70, y desde entonces ya se han descubierto
más de 200 de ellas en todos los océanos. Sin embargo, sólo fue hace 3 años
cuando se descubrieron las fumarolas
de la fosa de las Caimán, una gran abertura entre la placa
tectónica Norteamericana y la del Caribe.
Fuente de información: www.elmundo.es
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