Los perros y
los lobos son genéticamente tan similares, que ha sido difícil para los
biólogos llegar a comprender por qué los primeros pemanecen siempre ferozmente
salvajes, mientras que los perros se convierten con facilidad en «el mejor amigo del
hombre».
Hasta ahora, se
sabía muy poco sobre el desarrollo sensorial en los cachorros de lobo y muchos
supuestos fueron extrapolados de lo que se conocía sobre los perros. Lord
estudió las respuestas de siete cachorros de lobo y 43 de perro (border collies
y pastores alemanes) ante olores, sonidos y estímulos visuales tanto conocidos
como nuevos, y puso a prueba a los animales cada semana. Encontró que todos
desarrollaban sus sentidos al mismo tiempo.
El su estudio también reveló nueva información
sobre cómo las dos subespecies de Canis lupus experimentaba su entorno durante
una ventana de desarrollo de cuatro semanas llamada período crítico de socialización.
Durante ese
período, los cachorros de perro y de lobo empiezan a caminar y explorar sin
miedo y conservan durante toda su vida la familiaridad con las cosas con las
que tienen contacto en ese tiempo. Los perros domésticos pueden ser
acostumbrados a tratar con seres humanos, caballos y gatos, y se sentirán
cómodos con ellos para siempre. Pero a medida que avanza el período, el miedo
aumenta y después de que se cierre esa ventana, las nuevas visiones, sonidos y
olores provocarán una respuesta de miedo.
Confirmaron que
tanto los cachorros de perro como los de lobo desarrollaban el sentido del
olfato a la edad de dos semanas; el del oído, a las cuatro semanas y la visión
a las seis semanas como promedio. Sin embargo, estas dos subespecies entraban
en el período crítico de socialización a diferentes edades. Los perros
comienzan ese período a las cuatro semanas, mientras que los lobos lo hacen a
las dos semanas. Por lo tanto, cada subespecie experimenta el mundo durante ese
mes tan importante de forma muy diferente y probablemente lleva a distintos
patrones de desarrollo.
Estas
diferencias en el desarrollo de lobos y perros hacen que su capacidad para
formar lazos sociales entre especies, especialmente con seres humanos, también
sea distinta. «Los datos ayudan a explicar por qué, si quieres socializar a un
perro con un humano o un caballo, necesita 90 minutos entre las edades de
cuatro y ocho semanas. Después de eso, un perro no tendrá miedo de los humanos
o de cualquier otra cosa que le haya presentado. Eso sí, construir una relación
verdadera toma más tiempo. Pero con un cachorro de lobo, lograr eliminar el
mismo nivel de miedo requiere 24 horas de contacto inicial antes de la edad de
tres semanas, e incluso entonces no obtendrá el mismo apego».
Fuente de información:www.abc.es/ciencia
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