La oxitocina, popularmente conocida como“hormona del amor”,
podría servir como escudo para controlar adicciones tan temibles como a las drogas o al alcohol, según un
último estudio de la Universidad de Adelaida (Australia).
El estudio se basa en la tesis de que el comportamiento
adictivo podría estar asociado a un débil desarrollo del sistema hormonal de la
oxitocina durante
la primera infancia.
La oxitocina u “hormona del amor”, aparte de estar
relacionada con los patrones sexuales,
también mejora nuestras interacciones sociales y la conducta maternal y
paternal. La falta de capacidad
para hacerle frente a una adicción podría estar vinculada a un escaso
desarrollo de los sistemas de la oxitocina.
Los bebés nacen
con niveles de oxitocina en sus cuerpos, gracias a los que se crea muy fácilmente
el vínculo madre-hijo. Sin embargo, nuestros niveles de oxitocina
siguen creciendo hasta los 3 años, por lo que este sistema
queda sujeto a distintas influencias, tanto internas como externas, que pueden
mermar o mejorar su desarrollo. De esta forma, la oxitocina podría reducir
la sensación de placer que ofrecen las drogas y la sensación de estrés, pero
sólo si el sistema de oxitocina se ha desarrollado adecuadamente.
Fuente
de información: www.muyinteresante.es
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