domingo, 11 de mayo de 2014

Las mujeres se estresan más al hablar con personas del sexo opuesto

Quien más quien menos siente en determinadas situaciones lo que los expertos llaman ansiedad social o ansiedad interpersonal: cuando vamos a un sarao y no conocemos a nadie, ese día que tenemos que exponer nuestro punto de vista ante los compañeros de trabajo, cuando recibimos una visita inesperada…

Un grupo de investigadores latinoamericanos ha intentado averiguar si tal tensión es sentida de igual manera por los hombres y las mujeres, y para ello ha realizado una macroencuesta a 31.000 personas de distintas edades, con una media de 25 años.

Los voluntarios tenían que puntuar su mayor o menor incomodidad ante los siguientes escenarios: relacionarse con extraños, tratar con individuos del sexo opuesto, hablar en público, expresar a alguien nuestras discrepancias, recibir críticas, hablar con gente superior a nosotros en el escalafón social o profesional, beber en público, trabajar en grupo, trabajar mientras estamos siendo observados y acudir a una fiesta.

La primera conclusión es que nada nos estresa más –al margen de los géneros– que ser reprendidos por alguien. Pero la brecha entre la sensibilidad masculina y femenina se aprecia sobre todo en el segundo supuesto más votado: el de mantener una conversación con alguien del sexo opuesto. Las mujeres, según admitían las encuestadas, lo pasan entonces bastante peor que los hombres.

La explicación podría encontrarse en el tradicional rol de pasividad impuesto por la sociedad a las féminas. Además, se trata de una apreciación subjetiva de quienes participaron en la investigación, no de diferencias reales medidas durante la interacción, por lo que puede pesar la imagen distorsionada que tenemos de nosotros mismos en esas situaciones.


Fuente de información: www.muyinteresante.es 

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