Se
ha investigado el papel del reloj biológico en la tendencia de los
trasnochadores a acostarse tarde y en la dificultad que les supone
levantarse a la hora de ir a trabajar. Los primeros hallazgos
indican que cuando
sufrimos el llamado síndrome de la fase del sueño retrasada,
es porque nuestro ritmo
circadiano funciona más despacio de lo habitual y
nos permite permanecer despiertos y activos durante más tiempo.
Por
lo que las personas que sufren este trastorno no consiguen conciliar
el sueño hasta las 2, 3 o 4 horas de la madrugada. En torno a un 10
o un 15% de los adolescentes y los adultos jóvenes sufre este
problema.
El argumento que de momento más les convence para explicar este trastorno es que el reloj biológico de estos individuos dura más de 24 horas, de manera que no coincide con el “ritmo natural”. Si se confirma, debería potenciarse el tratamiento mediante terapia con luz brillante muy temprano por la mañana para inducir un estado de alerta por la mañana y la melatonina para inducir somnolencia al llegar la noche.
El argumento que de momento más les convence para explicar este trastorno es que el reloj biológico de estos individuos dura más de 24 horas, de manera que no coincide con el “ritmo natural”. Si se confirma, debería potenciarse el tratamiento mediante terapia con luz brillante muy temprano por la mañana para inducir un estado de alerta por la mañana y la melatonina para inducir somnolencia al llegar la noche.
Fuente
de información: www.muyinteresante.es
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