El bosón de Higgs, partícula de Higgs o partícula de Dios es una partícula elemental propuesta en el modelo estándar de física de partículas. Recibe su nombre en honor a Peter Higgs, quién intentó explicar el origen de las partículas elementales. Todo empezó en 1964, cuando Peter Higgs postuló la existencia de un campo de energía que abarcaba todo el universo, y ahora se llama el campo de Higgs. Este proyecto surge por la razón de que nadie entendía por qué algunas partículas subatómicas tenían mucha, poca, o nada de masa. Este campo de Higgs interactúa con las partículas subatómicas, las ralentiza, y las da masa. Este campo de Higgs se imagina hecho de muchas partículas llamadas bosones, que son las que frenan las partículas que entran en este campo. Los científicos creen que la primera billonésima de segundo tras el Big Bang, el universo era una gran sopa de partículas avanzando en distintas direcciones a la velocidad de la luz, sin ninguna masa apreciable. Fue a través de su interacción con el campo de Higgs como ganaron masa y, con el tiempo, formaron el universo. El 4 de julio de 2012, el CERN anunció la observación de una nueva partícula «consistente con el bosón de Higgs», pero se necesita más tiempo y datos para confirmarlo. Se intenta demostrar la existencia del bosón de Higgs mediante la colisión frontal de dos o más protones a velocidad de la luz.
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